Con la siguiente propuesta ponemos al alcance de todas las personas que lo deseen, la posibilidad de contactar con su sistema hormonal; o lo que es lo mismo, todo el conjunto de mensajeros que actúan en nuestro cuerpo, siendo los mejores medicamentos que existen: estamos ante nuestra farmacia interior. Y lo vamos a hacer a través del Sistema Sacro-Craneal.

¿Conoces tu farmacia interior?

Con esta pregunta te propongo que dirijas tu atención hacia tu cuerpo para que valores lo que hace por ti, sin que tengas que ocuparte de ello, sin que tengas que decirle nada. Esta fascinante máquina ejecuta cientos de funciones con la mayor precisión, sin la necesidad de que participe tu voluntad. Y esta es una maravillosa creación biológica, a la que quiero complementar con una idea de la misma categoría, donde sí actúa nuestra voluntad: es tan sencillo como saber que en cualquier momento podemos participar activamente (utilizando las manos) en el equilibrio de nuestro cuerpo y de nuestra mente si se lo pedimos. Lo primero que nos viene bien aprender es precisamente saber pedir. Y para ello necesitamos conocer el lenguaje del cuerpo desde la escucha. Desde la escucha Cráneo-Sacral.

A qué hace referencia la escucha Cráneo-Sacral

Aunque cada vez son más las personas que lo conocen, os explico brevemente en qué consiste el Sistema Sacro-Craneal y su terapia.

El Sistema Sacro-Craneal es un sistema hidráulico semicerrado por donde circula el LCR (líquido cefalorraquídeo) que, gracias a un mecanismo de producción y reabsorción, provoca un movimiento de expansión y de retracción en todo el cuerpo que podemos registrar mediante la palpación manual.

Disponemos de la Terapia Cráneo-Sacral (TCS) para detectar y corregir los desequilibrios del Sistema Sacro-Craneal, evaluando la calidad de su ritmo, el cual se puede sentir como el pulso cardíaco o la respiración, pero con la ventaja de que el ritmo Cráneo-Sacral lo podemos evaluar y además corregir mediante la palpación, sin invasiones, con respeto y escuchando.

Con la TCS además de evaluar y corregir los desequilibrios físicos, energéticos y anímicos, vamos a ser capaces de interactuar con el sistema de producción de hormonas (sistema endocrino).

El Sistema endocrino

El sistema endocrino se encarga de movilizar a los mensajeros de nuestro cuerpo (las hormonas), influyendo en multitud de procesos por todo el organismo: como el metabolismo, el rendimiento físico, la capacidad de reacción ante cualquier eventualidad, la reproducción, el deseo sexual, el sueño y la analgesia; así como en aspectos más abstractos y de igual importancia, como la inspiración, la creatividad, la confianza, la serenidad y el bienestar.

El cuerpo humano segrega las substancias que necesita para conseguir activar las funciones vitales y de bienestar que todas las personas precisan para sentirse bien. Esas substancias, denominadas hormonas, son los emisarios que se ocupan de conducir las órdenes a los órganos y tejidos para que mantengamos el equilibrio en relación al entorno y a nuestro medio interno.

La THC

La Terapia Hormonal Cráneo-Sacral (THC) que os propongo, es el resultado de un trabajo de escucha sobre el estado de salud de las personas en relación a su sistema endocrino, donde vamos a regular con eficacia (tanto por exceso como por defecto) la producción de hormonas en aquellas glándulas donde nos encontremos desequilibrios.

A continuación quiero mostraros algunas situaciones cotidianas para cualquier persona, donde se evidencia la importancia que tiene que el sistema hormonal funcione bien:

Por ejemplo, ¿sabías que durante las contracciones del parto se libera oxitocina que estimula la musculatura del útero para facilitar el avance del feto? ¿Y que acto seguido se liberan endorfinas (hormonas de acción analgésica y euforizante) para hacer más soportables dichas contracciones? Este inteligente diseño de nuestra biología pone en evidencia el grave error que comete la medicina alopática en los hospitales cuando administran, a menudo precipitadamente, oxitocina sintética que no incorpora las valiosas endorfinas calmantes. Con la THC hemos comprobado activamente que podemos influir sobre las estaciones hormonales (como la del hipotálamo y la adenohipófisis) de las endorfinas para aumentar su liberación al torrente sanguíneo, y de este modo la madre y el bebé sufren mucho menos.

Otro ejemplo: el nerviosismo, el estrés y la ansiedad, la Naturaleza los resuelve con endorfinas y endovalium. Esta última, que goza de una acción especialmente sedante para ayudarnos a superar situaciones desbordantes, tiene su copia (valium-lorazepam) como fármaco muy conocido, de consecuencias altamente adictivas (como la mayoría de las benzodiacepinas). Pues en este caso, la THC también nos permite acceder a las estaciones de producción de endovalium (sistema límbico), con la ventaja de que no vamos a equivocarnos con la dosis, ya que es el cuerpo el que decide en todo momento cuánto necesita, y además nos libramos del peligro que supone el desagradable efecto secundario de la dependencia.

Después de numerosas constataciones durante la práctica clínica, quiero insistir en que las ventajas de la aplicación de esta terapia son sobresalientes, ya que no generan ningún efecto secundario, debido a que al utilizar la escucha terapéutica no se pueden provocar dosificaciones erróneas. Es el cuerpo el que decide, en cada momento, el flujo hormonal que necesita.

Con esta manera respetuosa de entender la medicina, obtenemos resultados sorprendentes en multitud de alteraciones: circulatorias, digestivas, tiroideas, inflamatorias, sexuales, del sueño y anímicas.

Y ya, para concluir, deciros que recientemente he tenido la oportunidad de aplicar la THC en la UCI (unidad de cuidados intensivos) de un hospital de Madrid, con resultados que os mostraré en un próximo artículo. Sabemos que la gran mayoría de fármacos que se utilizan en una UCI, se encargan de interactuar e interferir con el sistema endocrino, y os puedo confirmar que la THC es una valiosa herramienta para contribuir a que se utilicen menos medicamentos de síntesis. Medicamentos que, por la cantidad de peculiaridades, incompatibilidades y efectos secundarios que tienen, hace que su combinación se convierta en un rompecabezas para el médico, y en un gran riesgo su dosificación, máxime cuando se atiende exclusivamente a criterios objetivos como el peso, la edad, los valores que se ven en un monitor o la propia analítica; y olvidando la importancia de multitud de aspectos subjetivos que se pueden valorar con las manos.

Las manos son curativas, de eso yo no tengo ninguna duda. Y en los hospitales, cada vez más profesionales también lo saben (sobre todo el personal de enfermería y auxiliares). Y desde aquí os animo a que toquéis más a vuestros pacientes, con caricias, cogiéndoles la mano o simplemente permaneciendo a su lado algo más de tiempo del habitual, porque el contacto físico y la compañía pueden ser más sanadores que cualquier fármaco. Yo lo he comprobado con mi madre (a la que envío desde aquí un enorme abrazo lleno de amor y admiración para que se recupere cuanto antes), intervenida de corazón recientemente, de que manera tan extraordinaria con la THC, con la compañía y las caricias, se modificaban favorablemente valores como la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y la saturación de oxígeno.

Mi mensaje hacia el personal sanitario lo hago extensivo al personal médico, para que modifiquéis vuestro trato con los pacientes, expresándoles una mayor humanidad y cercanía con el contacto físico, mostrando interés por su estado de ánimo, sus miedos, sus deseos y sus necesidades, y no sólo por los valores que aparecen en las analíticas. Ah! Y sin olvidar que por ser médicos no os está vetada la sonrisa; los pacientes de una UCI necesitan algo más que toneladas de fármacos y caras de preocupación. La sonrisa, si es sincera, genera confianza.

Por supuesto que este último mensaje está dirigido a quién necesite darse por aludido, y con todo mi respeto. A los demás, mi felicitación.

Gracias por vuestra lectura, y hasta pronto.

Un buen abrazo.

Michael Laloux Kodaewa, diplomado y profesor de Osteopatía, Naturopatía, la Nueva Medicina, Brain Release Technique (BRT), Hormonal Osteopathy (HO) y Terapia Biológica Animal (ABRT). Director de la INTERNATIONAL SCHOOL OF CRANIAL LISTENING (Escuela Internacional de Escucha Craneal) en Madrid, c/ Abada, 2 – 2º 8 izda. Teléf: +34 636 405 128.

Artículo publicado en Espacio Humano en Mayo 2011

En la actualidad hemos pasado a denominar la THC (Terapia Hormonal Craneosacral) como HO (Hormonal Osteopathy).